Tras muchos meses de debate sobre si los hijos del príncipe Harry (38 años) y Meghan Markle (41 años) iban a tener títulos reales o no, finalmente Carlos III (74 años) ha decidido hacerlo oficial y tanto Archie como, su hermana, Lilibet Diana serán príncipes de Sussex. Un derecho que les correspondía desde el momento que el monarca accedió al trono de Inglaterra pero hasta este jueves no se ha hecho oficial.
Fue un portavoz de los duques de Sussex el primero en referirse a la hija menor del matrimoniocon el título de princesa tras dar la noticia del bautismo, desde entonces los pasos en la institución británica se han acelerado para hacer el cambio de manera oficial. En la web de la Familia Real ha habido cambios y por fin, los hijos de Harry y Meghan tendrán el título de príncipe y princesa precediendo a su nombre y con el añadido "de Sussex".
Hasta la mañana de este jueves 9 de marzo, Archie y Lilibet aparecían en la web oficial del palacio de Buckingham como 'master' Archie y 'miss' Lilibet. Hasta el momento la postura oficial de la Casa Real era que los títulos "se actualizará a su debido tiempo", sin duda la decisión se ha precipitado tras el deseo de los duques de Sussex de que sus hijos hicieran uso de su derecho de nacimiento.
Este gesto por parte del monarca, equipara a todos sus nietos a la mismas posición, ya que anteriormente, el príncipe George, la princesa Charlotte y el príncipe Louis tenían el título real y se había añadido "de Gales" para que llevaran el mismo título que sus padres, el príncipe Guillermo y Kate Middleton.
Según ha publicado la revista HELLO! el monarca británico y su hijo, el príncipe Harry, habría tenido una conversación en la que pactaban que los descendientes de Harry y Meghan podrían tener los títulos reales. Las primeras conversaciones al respecto comenzaron tras el funeral de Isabel II y no fue hasta un mes antes de la publicación de las memorias del príncipe Harry cuando padre e hijo cerraron el trato.